La hipertensión es el principal factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, que son todas aquellas que afectan a los vasos arteriales (infarto de miocardio, ictus…).
Y las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en nuestro entorno.
No existe un riesgo cero, y no hay línea divisoria por debajo de la cual no haya ningún riesgo, pero los valores en que consideramos la tensión normal son los que menor riesgo tienen de complicaciones.
Complicaciones de la hipertensión
La hipertensión puede ser el primer signo, y el más fácil de medir, que indique que muchos órganos en el cuerpo están siendo atacados y corren el riesgo de sufrir lesiones.
El reconocimiento precoz de lesiones, y el control y tratamiento de la hipertensión arterial, pueden retrasar el avance de las enfermedades cardiovasculares generadas por esta.
Como es lógico, cuando ya existe una lesión orgánica en los tejidos (cerebro, corazón, riñón y vasos sanguíneos) el pronóstico es peor. Se pueden desarrollar enfermedades graves y que pueden provocar la muerte como ictus y trombosis cerebrales, infartos de miocardio, e insuficiencia renal que puede requerir diálisis.
En general, a más tiempo de evolución y peor control de la presión arterial, más posibilidades de que exista lesión en esos órganos.

El tratamiento de la hipertensión puede hacerse mediante dos vías, por un lado la adquisición de hábitos de vida saludables, y por otro lado mediante fármacos.
Tratamiento no farmacológico de la hipertensión.
El tratamiento no farmacológico de la hipertensión incluye todas aquellas medidas consideradas como estilos de vida saludables recogidas en el apartado de prevención.
En todos los hipertensos se recomienda una restricción moderada de sal, especialmente en individuos ancianos y de raza negra, que responden mejor a la disminución de sal.
La reducción de peso si este fuera excesivo también es un aspecto fundamental, si bien una reducción de 5-10%, al menos como planteamiento inicial, puede ser un objetivo mucho más asequible que intentar conseguir el peso ideal.
Tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial.
El beneficio del tratamiento farmacológico es máximo en los pacientes de alto riesgo, es decir, los que tienen cifras de presión arterial más altas, o los que presentan otros factores de riesgo asociados, como tabaquismo, diabetes, colesterol, obesidad.
Es imprescindible cumplir bien el tratamiento prescrito por el médico.
Existen muchos medicamentos eficaces para el control de la presión arterial, pero cada paciente puede tener unas características que hagan que un fármaco sea más recomendable que otro.
Se han de seguir escrupulosamente las indicaciones realizadas por el médico. En el caso de que se presenten efectos secundarios, estos suelen ser leves, pero si hay dudas es imprescindible consultar con el médico antes de modificar o suspender el tratamiento.
Suele ser habitual que muchos pacientes necesiten más de un fármaco para poder controlar adecuadamente su presión arterial.
No haga caso omiso cuándo tiene la tensión alta. Siempre se piensa que “a mi no me va a pasar nada”. Pero sí pasa.
Mi madre era maestra. Su trabajo era lo primero. Tenía la tensión alta con máximas de 23 aún así no hacía caso hasta que una noche se despertó y no podía sentarse en la cama. Le había dado un derrame cerebral. Perdió todo el lado izquierdo del cuerpo, se vio en silla de ruedas….
Si hubiese hecho caso no le habría ocurrido el derrame. Pero ya era tarde.
Por eso, desde aquí, les invito a que acudan a su médico si la mínima llega o excede de 9
No se jueguen su futuro.
Nuria Monje. Si tienen preguntas sobre el tema, contestaré sus dudas: cayemd@gmail.com
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[…] enfermedades existentes. Otros factores de riesgo que pueden provocar un infarto cerebral son la hipertensión arterial, la diabetes, las arritmias cardíacas (por ejemplo, la fibrilación auricular) y el estrechamiento […]
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